La sede del Club de Piragüismo Córdoba tampoco se ha salvado de la crecida del Guadalquivir. El máximo nivel de las aguas llegó el miércoles, 24 de febrero, con más de dos metros de altura en el interior del Centro Náutico Municipal.
Hoy, a pesar de que el Club continúa completamente inundado, hemos podido entrar. El panorama no puede ser más desolador: la sede es una piscina en la que flotan piraguas, palas, chalecos, muebles, bidones, neveras… ¡hasta los remolques! La fuerza del río ha echado abajo una pared, ha volcado otra, ha tumbado parte del tabique de madera y ha reventado las puertas de los baños. Además, ha quedado inutilizada toda la instalación eléctrica y muy dañada la red de saneamientos.
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